jueves, 13 de octubre de 2016

Legumbres en la dieta paleo

¿Por qué evitamos las legumbres y los cereales en la dieta Paleo?




Llega el momento de entrar en la alimentación de la dieta paleo, que más que sólo comer, es una forma de vida y de percepción de lo que es el ser humano que te aproxima a un funcionamiento óptimo y saludable. Cuando empiezas a conocer y experimentar las ventajas, te das cuenta de su eficiencia y de la gran lógica existente detrás de ella (así como la falta de lógica de la alimentación 'normal' de hoy día).
Sin embargo, al diferenciarse de esta 'normalidad', surgen contrastes a nivel de paradigma o formas de pensamiento con las creencias populares, las cuales aún basándose en 'estudios', no conocen la verdad detrás de mucha desinformación existente en la web sobre la alimentación por los grandes intereses económicos. No sólo por la venta de productos para ingerir, sino también por el negocio farmacéutico interesado en mantener en auge el desarrollo de enfermedades crónicas. Por eso, en este artículo, no sólo indicaré las desventajas de las legumbres y los cereales debido a su toxicidad, sino que responderemos a las principales resistencias u objeciones que surgen de la gente, o incluso de tu propia cabeza y son necesarios dejarlas claras.

Las plantas se defienden

La evolución es inteligente. Así como el ser humano ha logrado una complejidad impresionante de inteligencia y desarrollo, las demás especies existentes también han logrado formas únicas de adaptación y de conseguir su supervivencia. Esta realidad evolutiva incluye a todos los seres vivos, dentro de los cuales se incluyen las plantas.
El reino vegetal se caracteriza por no tener motricidad, es decir, no pueden moverse por sus propios medios. Para compensar esta debilidad, desarrollan fuertes defensas a nivel químico. Los legumbres y cereales se defienden a través de elementos con los cuales buscan intoxicar. Algunas especies se han adaptado para hacer frente a estas defensas de los vegetales, mientras que para otras podrían ser mortales.
En el caso del ser humano, no nos mata pero si produce efectos adversos. Nuestro organismo no se encuentra preparado para defenderse óptimamente de los químicos de estos productos y en algunos de los casos, son sencillamente indigeribles.
Además, al igual que tu protegerías a tu bebé o algún pequeño a toda costa, las plantas y cereales también hacen lo mismo. Los granos y algunas semillas poseen estos antinutrientes en cantidades aún mayores para evitar la consumición por parte de depredadores.
Entre estos recursos defensivos a los cuales recurren los granos y cereales hablaré de los más destacados, que son la rotenona y las saponinas...

La rotenona

Este químico, extraído de las leguminosas, es conocido por ser utilizado como pesticida. Su agresividad es mayor contra insectos y peces, pues llega a ser letal. Sin embargo se ha considerado también como pesticida tóxico o anti-ecológico, razón por la cual se recomienda no utilizarla. Cuando hablamos de su efecto en la salud humana, no mata inmediatamente (y sería exagerado pues tampoco la tomamos sintetizada en pesticida), pero si produce efectos adversos en el organismo que incrementan cuando los consumes constantemente, sustentando así la afirmación paleo de no comer ni granos ni cereales.
Su repercusión principal en salud humana es que es capaz de producir apoptosis, es decir, provoca muerte de las células al inhibir la respiración celular. Y aquí el problema no es solamente que las mate, sino que al cortar su respiración de oxígeno, y sumado a su consumo contínuo, puede inducir al estrés oxidativo e influenciar en la aparición de cáncer.
Otro efecto específico que se ha comprobado de la rotenona es que beneficia la destrucción de neuronas de tipo dopaminérgico. Esto significa que puede inducir a problemas de memoria y contribuir al desarrollo de enfermedad de Parkinson.

Las saponinas

Las saponinas son compuestos presentes en los granos y cereales, que de acuerdo a investigaciones recurrentes, se ha demostrado que la mayoría de ellas agreden las barreras intestinales, las cuales son como una capa interna de defensa que se encuentra en tu sistema digestivo. Éstas barreras nos protegen de los tóxicos tantos de los mismos alimentos como de posibles visitantes indeseados: bacterias, virus, parásitos, entre otros. Sin embargo, aún el sistema humano no se adapta a este compuesto de granos y cereales.
Esta agresión hacia estas barreras inmunológicas produce aperturas u hoyos en dichos tejidos, permitiendo que sustancias y microbióticos indeseados entren en tu torrente sanguíneo, activando así toda una  cadena de procesos proinflamatorios que desgastan tu organismo y te aproximan a sintomatologías sistémicas. Además de esto, impide la correcta absorción de nutrientes. 
Este químico en realidad está presente en gran cantidad de frutas y vegetales pero controlables por nuestro sistema inmune y hasta necesarias. Pero en lo que respecta a las legumbres, granos y cereales, se encuentran en concentraciones exageradas para nuestro sistema. Las fuentes más importantes de saponinas a evitar son las siguientes: avena, quinoa y amaranto.
Aún existen más razones que convierten a los granos y cereales en anti-nutritivos para el ser humano, como las lecitinas, el gluten y los inhibidores de enzimas digestivas, temas de los cuáles traeré más información para un próximo post. Por eso es importante que los saques de tu rutina si quieres una salud física estable.



Mitos sobre la necesidad de consumir granos y cereales

Ahora, ¿cuáles son los argumentos de la voz popular para mantener consumir granos y cereales? Es de entender que muchos se resistan a esta realidad de evitar el consumo de estos productos. Los argumentos principales a los que debes hacer frente para sustentar esta realidad y hacerlo llegar a otros son los siguientes:

1. Los granos son naturales, es normal comerlos

Existen muchas cosas que son naturales y no nos hacen bien. La gente puede decir esto repetidas veces, pero como reitera la alimentación paleo: estas comidas llevan poco tiempo en nuestra historia evolutiva y no estamos diseñados aún para ingerirlas y procesarlas correctamente. Mientras que la evolución humana lleva millones de años, el cultivo de granos y cereales llevan no más de 10000 años de historia. Es obvio que muchas comidas procesadas de la actualidad son aún peores, pero que algo sea natural no tiene que ver con que estés mejor diseñado evolutivamente para comerlo.

2. Vitaminas, minerales y proteínas

Como ya mencionamos, el daño que producen los granos y cereales en las paredes intestinales interrumpe la capacidad de absorción de nutrientes al producir perforaciones en dichas células. 

3. Están en la base de la pirámide alimenticia

Los lácteos animales también se encontraban hasta hace dentro de esta pirámide, a pesar de las reiteradas pruebas sobre sus efectos acidificantes y pro-cancerígenos en el cuerpo. Las bases de estas referencias de la llamada pirámide están sustentadas en una visión muy proximal de la salud, sin la consideración de los efectos sistémicos de los alimentos una vez ingresados al organismo.
Además, el negocio de los granos, cereales y aceites vegetales derivados de los mismos es muy grande, sin contar la nueva generación de cultivos transgénicos, adueñada por famosas empresas multi-nacionales, también enriquecidas por el consumo de medicamentos ante las enfermedades crónicas que estos pseudo-alimentos pueden producir. 

La dieta Paleo ofrece múltiples opciones para que puedas dejar de lado el consumo de legumbres y cereales y mantengas un estilo de vida de calidad. Puedes leer más aquí sobre esta dieta paleolítica

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